jueves, 6 de noviembre de 2014

Matar con las manos

Después de haber empezado ya tres entradas y de encarar de varias formas este blog hoy, me he decidido a publicar una entrada ya, por fin. Pero así, a lo bruto, empezando por sensaciones fuertes, en vez de hacer una mirada retrospectiva que, a mi me da un poco de pereza y, aquí no tengo las fotografías que me gustaría poner para animar un poco las letras, que siempre son algo pesadas.

Pues eso. Hoy me ha venido a la cabeza y a todo el cuerpo una sensación que, espero no tener nunca, pero gracias a los juegos de rol en vivo, he podido experimentar.

Herir, luchar, defenderse en los juegos de rol es algo habitual. Con armas de gomaespuma más o menos curradas, con espadas medievales, espadas láser, cuchillos o pistolas Nerf o pistolas de bolitas varias, ballestas, arcos, magia... ¡quién no se ha ensañado con un cuchillo o daga y luego, fuera de juego, se ha reído con el pnj que lo interpretaba! Luego "rematas" ahí, haciendo el paripé, para que se vea que lo matas bien muerto.

Pero matar con las manos es otra cosa.

Utilizar sólo tu cuerpo para quitar la vida a otra persona es una de las sensaciones más fuertes que he tenido en este mundillo del rol en vivo. Como Sky, me da pánico pensar en esa situación real, porque no sé si sería capaz, pero llevando a un personaje como Casca, en Time Lords XIX 2014 (REV medieval histórico, con toques de fantasía), lo he podido vivir.

La situación se dio de la siguiente forma:

Casca había sido rechazada sentimentalmente por El Viejo Nicola, y salvaje y sanguinaria, necesita calmar ese odio por no ir a matar a su "amado", así que El Cojo, le propone una pelea que no puede acabar en muerte. El Cojo está preocupado por esto, ya que le crearía mala fama en su taberna, porque en realidad el husismo no permite según que cosas y el pueblo es un asentamiento husita...

En fin, para no alargarme más, voy para Furgo (un hombre que, si no lo conoces, puede llegar a asustarte porque es grandote), que tenía que hacer de pnj para pelearse conmigo para pactar cómo hacer una pelea, sin hacerla.

Me planteé en ese momento: ¿estoy preparada para pelear con alguien de verdad? quiero decir, esto no es una obra de teatro, no puedes coreografiar cada patada, cada puñetazo. Entonces, ¿cómo hacerlo? además, el desenlace del combate no se podía pactar, es decir, TENIA que demostrar algo, que sabía pelear... en ese momento me acordé de las clases de judo, las de taekwondo, las de kick boxing y las de full contact... ¡¡¡hacía más de quince años que no hacía nada de eso!!! ¡¡y no he hecho más de un año seguido de cada cosa!!, había una vocecita dentro de mi, que me decía "Sky, se te ha ido la olla. Tienes 41 tacos y, oye, unos cuántos quilos de más que no te los quitas ni con un cuchillo jamonero... ¿ande vas peleándote así?... ¡¡¡ande vaaaaaasss!!!".

La conversación con Furgo fue breve: tenía que impresionarlo para ganar.

¡Madre mía qué marrón!... le dije que yo no me iba a arrastrar por el suelo, ni piruetas, ni hacer patadas voladoras, que yo ya no tenía edad, aunque iría a por él hasta matarlo, porque Casca era así.

Me tuve que tragar una a una mis palabras, porque me flipé tanto, que acabé por el suelo, rebozada en mugre de taberna.

Comienzo de la pelea
Los momentos anteriores al combate fueron un suplicio. Me fui a la taberna a ponerme en situación y me preguntaba a mi misma si no quedaría en ridículo REAL delante de todos, pero sobre todo, delante de gente que sabe DE VERDAD luchar (de eso me encargaré en otra entrada del blog).

Llega el momento y la parrafada que hizo Furgo con su pnj me hizo dudar, porque para él "iba a ser el último combate y luego se retiraría a estudiar en una universidad", pero mi pj era demasiado "japuta".

La que se asoma por detrás de Furgo,
soy yo, lo prometo
"Oh, my god!, Sky, Sky... ¡¡que tu cuerpo no está para jotas!!", pensaba para mi misma. Llevaba unas cuantas copas de más (reales), que me ayudaron a interpretar. Yo soy partidaria de vivir al máximo el momento, hacer las escenas lo más reales posibles, así que empecé el combate y me pareció corto. Muy corto. Rápidamente estuve en el suelo, con mis piernas estrangulando el cuello de Furgo, estirando su garganta con las dos manos, separando su cabeza y, de pronto, empezó a convulsionarse mientras todo mi temor era no ahogarle de verdad. Murió terriblemente, entre vítores, gritos y reproches.

Fue un momento BRUTAL.

Momento de la muerte del pobre pnj
El personaje, Casca, lo tenía claro. Ella es cruel, pero Sky, o sea, yo misma, veo la escena y me escandaliza el poder que se siente. No me extraña que la gente que mata con sus manos, sea adicta. Es un poder que es terrible, demoledor, la diferencia entre la vida y la muerte. Es un poder peligroso y muy muy REAL. No hay nada entre medio de la muerte y tú, ningún cuchillo, ni arma. Tienes que meter las manos y las piernas ahí, en el meollo, tienes que ejercer fuerza con todo tu cuerpo... He llorado recordando ese momento, de verdad, entre emocionada y horripilada, simplemente me pareció excitantemente horrible y doy gracias que todo esto solo sea un juego y que nadie haya muerto de verdad, ni nadie se hizo daño real... bueno, mis rodillas que me las rasqué como si en el suelo hubiera habido papel de lija.

Pero aún hice otro combate después de ese.

Más largo, más espectacular. Mi mejor combate. Sin armas también, a pelo. Más intenso, más físico. Sin haber podido hablar con el pnj (Sergi)... tenía tanto miedo por él. Todo mi cuerpo era adrenalina pura, capaz de coger a alguien y elevarlo por mucho que pesara. El combate fue, para mi gusto, el mejor que he interpretado, sin duda.

Pero hubo un momento, que mi personaje se apiadó del pobre desgraciado. ¿Porqué uno sí y el otro no? ¿Porqué quería que ese personaje triste e imbécil viviera y el otro no? Casca empezaba a inquietarme, se creía todopoderosa o algo así, decidiendo si alguien vive o muere. Por alguna razón, matar a su anterior víctima le había resultado poco satisfactorio, quizás porque ya estaba cambiando, porque aunque sea a toro pasado, ya no quería matar más. Le balbuceé al Cojo que no quería matar a ese desgraciado... y cuando estuve a punto de hacerlo, se lo llevaron estando muy asustado y bastante ko.

Después, me llevé dos hombretones prostitutos y "yacimos" (representado por masajes a cuatro manos), para el descanso del guerrero.

Mi adrenalina me hizo temblar durante una media hora, aproximadamente y no me importó demasiado todos los moratones y magulladuras que me supuso la "pelea" de mi vida.

Es obvio que los pnjs son propicios para regalarnos escenas de este calibre. Benditos pnjs.

Llevo veinte años jugando a rol en vivo y nunca, nunca antes había vivido algo así jugando.

Quizás si no reflexionase tanto sobre las escenas, lo que me conllevan, si sólo las interpretase y ya está, no me llenarían tanto, no formarían parte de mi. Pero decidí hace mucho tiempo, que utilizaría el rol en vivo como forma de aprender a ser yo misma, como terapia y sobre todo a enfrentar mis miedos y miserias, y a ayudarme a crecer como persona, con todo lo friki que esto pueda parecer.

¿Y lo que me he ahorrado en psiquiatras?