lunes, 31 de agosto de 2015

Mi monstruo favorito: Time Lords. El Inicio. (1 parte de 4)

La Abuela está chocha perdía... acabo de llegar llegar de un Time Lords y ya tengo en la cabeza jugar el siguiente. 

Os debo confesar que este blog empezó porque tenía la necesidad imperiosa de hablar de mi monstruo y mi amor rolero por excelencia: Time Lords. Quien quiera saber más de esta Rev, puede entrar en su página www.time-lords.com.

Al principio creí que podría hacer una crítica constructiva y un análisis de los posibles fallos y mejoras sobre esta semana medieval... pero pronto me di cuenta que el "monstruo" me devoraba por dentro y empezaba a explicar qué sentía cuando "esto" o "lo otro". Y es que llevo Time Lords en el ADN y no podría ser analista en ningún caso y menos podría ser objetiva.

Quizás en otros posts, trate al "monstruo" desde dentro, con los terribles sacrificios que se tiene que hacer para organizar este evento, pero hoy no. No voy a hacerlo. Hoy voy a ser más "abuela que nunca", y me voy a permitir el lujo de recordar los primero pasos del "mastodonte" más "viejo" y "largo" de Europa.

Para abrir boca, os digo que jugué un Rev en Montserrat, para probar las normas y utilizarlas en otra partida llamada "Time Lords", que estaba a punto de realizarse...

Y para seguir, me voy a otro recuerdo que tengo con mi novio de aquel entonces,  que me decía que se iba una semana a rolear a la montaña, con sus amigotes y haberle dicho que a saber qué hacía allí, tan asalvajado y acto seguido volverme loca de celos... Y eso que yo ya jugaba a rol en vivo. Pero yo odiaba profundamente a Time Lords, le tenía una manía horrible. Una semana era demasiado.

Al siguiente verano, mi nueva pareja y yo, decidimos acudir a Time Lords de sorpresa, para quedarnos un día o dos y seguir camino a Sort. Con un dolor infinito en todo el cuerpo ya que subimos en bici desde La Pobla de Segur a Ancs, llegamos cuando ya era de noche.
Capilla d'Ancs (Pallars Sobirà)
Lo primero que hice fue disfrazarme y bajé a la iglesia, a buscar al organizador.
Y ahí... ahí me di cuenta de que Time Lords cambiaría la forma de ver mi vida; que me cambiaría radicalmente.
La canción, Rubor Sanguinis, de Hildegard Von Bingen, resonaba por las paredes inundándome, olí el incienso, las velas, la humedad... Y entendí que aquello era especial, mágico, que la sensación era el de entrar en otro espacio-tiempo. Me conmovió y lloré, paralizada... ¡y eso que aún no había empezado a jugar! Los pnjs que llevé ese año me encantaron. Los viví al máximo. Y el resto, ya se sabe... me impregné de Time Lords, para el resto de mis días.

Vista del campamento del primer año de Time Lords
Dieciocho de los veinte años que tiene de vida el "bicho", he estado implicada en ellos, en más o menor grado, dieciocho... ¡cómo no lo voy a llevar en el alma!

Los primeros años fueron brutales. Creo que no tengo memoria de haber vivido unos roles en vivo de esa manera. El coordinador general era Senior, un "señor mayor" (para mi lo era) que tenía muy claro como hacer las cosas, así que eran partidas divertidas, sencillas pero intensas. Senior dejó de hacer partidas al séptimo año y se cambió la estructura de la organización. 

El Gorg "cantando"
El sitio era excepcional. A más de mil metros de altitud, con unas vistas de ensueño y un Gorg (lugar donde poder bañarse) donde se hacían las pruebas más duras ya que el río siempre baja helado, una capilla preciosa, praderas infinitas, esas vacas que también jugaban... quien ha subido allí arriba, sabe de lo que estoy hablando.

Ancs marcó un antes y un después en Time Lords. El último año en ese pueblecito fue en 2006 y nada volvió a ser igual para nadie. 
Vistas desde Ancs








Las condiciones eran muy duras organizativamente hablando. No habían pueblos cercanos, donde acudir si sucedía alguna cosa. El camino era terriblemente largo y peligrosísimo... más de uno se dejó los bajos de los coches. El agua era un bien escaso y utilizábamos una cisterna que algún año que otro se agotó y tuvimos que bajar a una de las fuentes situadas en la carretera. Las instalaciones eran diminutas para hasta las 100 personas que llegamos a ser durante uno de los fines de semana. El lugar donde se "confinaba" a la organización estaba infestado de humedad y se convivía con el atrezzo (cosa impensable ahora mismo). No había cobertura telefónica y, no cabe decirlo pero vamos, ya se entiende, internet ni por asomo... De las comidas se encargaba organización, es decir, tenía que subir alguien expresamente para cocinar y esto era una pesadilla, ya que se subían cajas y cajas de comida, comprada anteriormente en el Makro para que saliera más a cuenta. Uno de los años, cargando una caja de pollos y metiéndola en el congelador, me lesioné la espalda. Así que puedo aseguraros que subir las cosas y organizar allí, era una pesadilla y ponía en jaque al más calmado. 

Cuanto más problemas de todo tipo, más complicaciones para la organización, así que ya en los dos últimos años en Ancs me dio la sensación de estar en una guerra unidireccional entre organización y los jugadores, pero no quise verla, porque no me cabía en la cabeza que eso pudiera suceder... tampoco había organizado  suficientes roles en vivo para saber cuándo se está de los jugadores y de toda la organización en general, hasta el toto.

Así que, las relaciones organizador-jugador empezaron a deteriorarse. Hay factores que se me escapan ya que no estoy ni pretendo estar en la cabeza de la gente, pero sí estuve en la "despedida" de Ancs, hasta el último día, ya que mi pareja enfermó y tuvimos que quedarnos. Les eché una mano en lo que pude (como siempre había hecho) y vi a los organizadores abatidos, tristes, cabreados... no entendía demasiado de lo que estaba sucediendo allí, pero sabía que algo andaba mal, que algo se perdía... Quizás fue porque los másters quisieron organizar algo que era "demasiado grande", quizás porque el monstruo no tiene compasión por nadie y aplasta y fagocita y luego te da poca cosa a cambio... el caso es el cambio sería notorio al año siguiente, ya en Molí de la Roda (Calaf).

Ahora, con el tiempo y desde mi perspectiva, veo claramente que el monstruo sin compasión te hace hacer cosas que no quieres y ha decir cosas que no sientes. Tienes que ser  consciente en todo momento que mover algo así te cambia y si no eres consciente, te vapuleará como a una muñeca de trapo y te darás cuenta que muchas veces has hablado con la voz de Él, del Mi Monstruo Preferido, de Time Lords. La semana más larga del mundo porque dura un año entero de preparación.

Ningún rol en vivo te exige tánto, porque ningún rol en vivo es igual a Time Lords.

Al siguiente post, Molí de la Roda y todo lo que significó el cambio.

Aprovecho esta entrada de la Abuela, para decir a los organizadores de aquellos tiempos, que sufrieron tanto, que dieron tanto, que me enseñaron tanto, que no hay suficientes palabras en el mundo para agradeceros lo que viví allí.

Gracias. 


Una de las escenas finales en Ancs más intensas
donde los Jinetes del Apocalipsis y demonios varios
nos hicieron una visita de "cortesia"