jueves, 30 de marzo de 2017

Entornos agrestes+másters descerebrados=partidas épicas

Esta entrada va a ser polémica.

Que sí.

Que lo sé.

Porque sé que la capacidad de ver el peligro es muy personal. Sí, lo es. Cada persona ve peligros diversos en diferentes situaciones, y en realidad, toda actividad que se haga, ABSOLUTAMENTE TODAS, tienen un cierto riesgo. Pero de eso, a llevarlo al extremo, y comprar todas las papeletas para que te toque las rifa, hay una graaaan diferencia.

Voy a poner algunos ejemplos que estoy segura que tod@s vamos a recordar.

Calor extremo

¿Quién no ha ido a un rol en vivo a 40 grados a la sombra y con una deshidratación tal, que la boca la tienes absolutamente seca y los labios con rajas negras y boceras, como si hubieras chupado una corteza? La organización del evento ni ha pensado en el agua. ¡Pues claro que no! ¡Cada uno se debería preocupar de esas cosas!, pero ay, si no tienes un vehículo o tus amiguitos no tienen coche, llevar agua para un día y medio de rol en vivo, es "pesado" y más si es verano.

Pero hay más: la deshidratación hace que te encuentres en KO cerebral en poco tiempo, y roleas con la cabeza absolutamente enturbiada como si te hubieras fumado cuatro canutos

El calor es muy muy malo.

Las partidas que se hacían en un bosque de Tiana es el más alto exponente de muestra. No había fuentes, ni ríos, ni estaba cerca de cualquier tienda con botellas de agua. Y yo, particularmente, tuve un sustillo con este tema.

Pero me han contado de peores. De cierta organización que envió de excursión a sus jugadores y ni se les ocurrió comprar ni una sola gota de agua, ni comida... ahí es ná. ¡Pero qué épico!, que los personajes se sintieran deshidratados y con ello consiguieras ese maravilloso realismo... (modo cínico on).

Sin comida

Cuando los másters te dicen que habrá comida y, no hay suficiente para todos. Ahí, ahí se ve quién es hábil robando y, me río yo de los Juegos del Hambre...

Frío extremo

El frío es más fácil de llevar. Cuando hace mucho, pero mucho frío como para seguir roleando en el exterior, siempre hay una hoguera o fuente de calor. Siempre. Ahí sí es más difícil que los másters no piensen en ello. Además, el frío se olvida en cuanto corres, caminas, hablas, etc. Con lo cual, el frío es más llevadero. Si se tiene que dormir en tiendas de campaña, simplemente te apretujas con tus compañeros de tienda y el calorcito llega enseguida...
Sí. Eso es un tío en manga corta.
Sí. Eso es nieve.
Sí, eso es Ancs.

De todas formas, aún recuerdo ese primer "Concordia" que fue "la noche más fría de ese invierno", tánto, que al día siguiente nos nevó. El pelibro fue que, al hacer tánto frío los jugadores se arremolinaron delante de la chimenea y algunos hasta se quedaron dormidos delante de ella... ¡y no será porque no había acción!, simplemente fue que se "estaba mu agustico" donde había calor...

Ver la nieve en cualquier sitio y jugar con ella valía la pena en cualquier caso, aunque el pago eran unas anginas o un constipado de caballo.



Bajo un manto de agua

Las duchas exteriores naturales son un tema general en los roles en vivo, sobre todo, cuando son partidas que entraman una "batalla" con localizaciones exteriores.

Este año pasado jugué una partida donde hubo uno días que no paraba de llover. La gente roleaba arremolinada en el comedor y en la taberna porque las localizaciones de juego exteriores eran impracticables. Pero habían localizaciones complejas, con atrezzo incluído, que llevaban parte de la trama y, Dios que lo pensaba, que nos iba a caer la de Santa Bárbara encima... A mi me pilló en una localización relativamente cerca y pude correr hacia la casa y cambiarme de ropa. Al cabo de una hora y media, y bajo una lluvia torrencial aparecieron unas diez y quince personas, entre jugador@s, másters y pnjs que empezaron a quitarse la ropa porque literalmente "les pesaba". Armaduras, cotas de malla, gambesones, pieles, capas peludas, trajes de nobles... fue algo terrible. No se llegaron a secar correctamente, por supuesto, pero... ¿valió la pena? Hay gente que lo vivió intensamente y otras que no, pero claro, para gustos, colores. 

Recuerdo también otra partida una partida donde se nos hinundó el sitio de acampada y fue toda una experiencia salir de allí, casi a nado. Nada épico, la verdad.

La lluvia es imposible de preveer, pero sí se podría controlar la zona de juego, buscar alternativas, etc... pero todos los másters recurrimos a algún Santo Oculto para que lloviera el día de la partida.

Al borde del precipicio

Los accidentes naturales son muy difíciles de controlar. En casi todas las localizaciones exteriores, hay "caiditas de Roma" donde te puedes partir el cuello con facilidad. Pero otra cosa muy diferente es el absoluto desconocimiento por parte de los másters del lugar de la partida.

Los jugadores motivados se pueden despeñar y, por el santo Ducados y San Chtulu del Verde Manto, que no sé ni cómo hemos sobrevivido a todos esos "despeñajugadores"...

Recuerdo cómo un jugador "desapareció" literalmente de nuestra vista, cayéndose a una acequia que había en Ancs. ¡Y es que allí se escoñaban hasta las vacas, cómo no íbamos a escoñarnos nosotros! Era cuestión de tiempo... El chico "sólo" se rompió la clavícula. Ole, qué bien... y siguió jugando el resto de semana.
Algunos chalaos que fuimos a
oscuras al campamento enemigo

En otra partida estuvimos a punto de no poder jugar ya que la lluvia no paraba. Pero por fin pudimos hacer la incursión de nuestras vidas y unos cuantos motivados, fuimos a atacar el campamento de los Falcovnianos. Creo que fue el camino más terrible que he sufrido. Cogida al cinturón del pobre chico de delante, cual ciega, cansados, mojados y por un camino que te lo inventabas a cada paso, porque no había ni luna, ni estrellas y cada vez que mirabas al cielo, te preguntabas a ti mismo si habías abierto los ojos o no. Jamás en mi vida he vivido algo parecido. Al día siguiente, nos dimos cuenta que había un precipicio justo a nuestra derecha. No recuerdo el nombre del chico que iba delante y desde aquí hago un llamamiento para encontrarlo porque gracias a él creo estar viva. Pero... ¡qué coño!, ¿y lo épico?, no he vivido nada parecido. ¡Fue una de las escenas más increíbles de mi "carrera" rolera! 

En un lugar claramente peligroso: bajo tierra, entre tierras y en tierra hostil

Hubo otra organización que planteó una partida bajo tierra, en un refugio de la guerra civil subterráneo. Sin control, sin saber si el aire era respirable, con unos agujeros en el suelo muy peligroso, etc., y, lo peor de todo, con armas de airsoft. No sé realmente si se llegó a hacer... pero claro, si así fuera, ¡qué descerebrado y brutal!

También ocurrió se realizó una partida en el Congosto de Ciscar. ¿Qué ocurre allí sin previo aviso de la naturaleza?, que pueden haber una subida del agua que ríete del conjuro de Arwen de los caballos de río... Este hecho era conocido por la organización, pero no impidió lo épico de las escenas que incluyeron uno de los dragones más bonitos que he visto. 

Partida en las Minas de Mazarrón
¿Y qué me decís de una de las partidas más épicas que he jugado, rodeados de óxido ferroso por todos lados? Efectivamente, las Minas de Mazarrón, esa partida, organizada por la locura de unos másters descerebrados, que jamás de los jamases iban a perder la posibilidad de jugar en tal lugar. En este caso, la organización sí avisó a todo el mundo lo que había, y todos fuimos suficientemente mayorcitos como para tomar nuestras decisiones. Pero... ¡¡¡y lo que moló!!!



Perdidos en el bosque

Qué voy a explicar de dejar a los jugadores dando vueltas horas y horas por los bosques. Horas y horas y horas, sin máster ni pnjs, allá, perdidos por la zona sin saber cómo regresar. Antes de que los móbiles tuviera cobertura por el bosque, antes de que los móbiles no fueran obligatorios cuando habían expediciones, antes, mucho antes de que los másters te avisaran de que fueras con alguien al bosque a campear, mucho antes, ¿quién no se ha encontrado sólo, o en un grupito absolutamente perdido?

Yo, muchas veces. Así que, desde dejar marcas en el suelo, hasta dar un mapa a los jugadores, pasando por dejar llevar los móbiles en partida, ahora cuesta bastante más "perderse", pero en los "entonces", era fácil fácil...

Que me parta un rayo

Unas de las escenas más intensas y "molonas" fue cuando tuvimos que luchar bajo los rayos. Sí, he dicho rayos. Poca agua caía y las cotas de malla y armaduras metálicas era toda una invitación a los rayos a hacer diana. 

Como véis no tengo ni una foto hecha bajo los rayos,
pero sí recuerdo quién se arriesgó para molarlo todo.
Otra vez, ahí sí, San Ducados, estaba siempre atento. Nadie se electrocutó, pero vamos, que no pasó ni una, ni dos, ni tres veces... pasaron muchas más en Ancs, que era como un territorio comanche. La verdad es que en Ancs se podían juntar todos los puntos expuestos anteriormente, sumándole la fauna salvaje y la fauna bovina, junto a peligrosos caminos, agua semi-potable (con unas cagarrinas aseguradas), botánica peligrosa y unos barrancos que daba miedo mirarlos de reojo. Sí, Ancs podría englobar todos los peligros y más... pero ¡qué epicidad! Recuerdo todas las partidas, de Time Lords y de Teiwaz de las más maravillosas y bien ambientadas. Porque el lugar de la partida, también juega. Un buen escenario, es casi media partida, algo que te ayuda a meterte en situación. 


Pero el control que se hace sobre todo lo que he dicho anteriormente es básico. ¿Porqué? Primero, porque nadie quiere jugadores de rol muertos y crearnnos más mala fama de lo que tenemos. Segundo, porque ya somos mayorcitos y sabiendo lo que sabemos, hay muchísimas situaciones donde el riesgo se puede rebajar a mínimos. Tercero, porque hay lugares épicos, sin riesgos, que lo sé yo... Riesgo no es igual a epicidad.

Sí, sí, haye hay muchas de las situaciones que no se pueden controlar, como que llueva o que el terreno sea escarpado, pero a medida que me he ido haciendo mayor, me he dado cuenta (joder con la frase de abuela...) que yo SÍ pienso en "esas" cosas. Sí que veo el peligro, sí que intuyo que quizás llueva y tenga que hacer la escena en otro lugar, aunque la desluzca totalmente. Y como yo, hay muchos más másters que piensan en la comodidad y seguridad, y el cuidado de los jugadores.

Quizás esto pasa porque no es lo mismo hacerte un esguince a los 23 que a los 43... pues no es lo mismo.

Pero por otra parte, qué queréis que os diga... que me quiten lo bailao...