lunes, 2 de febrero de 2015

Enamorarse y/o encoñarse de un personaje

Esta entrada de blog es algo delicada.

Lo aviso antes de que sigas leyendo y te sientas incómod@ con este tema: hablaré sin tapujos.

Al grano:

Me pasa, no muy a menudo (a Cthulu gracias), que me "encoño" o me "enamoro" de un personaje. Eso no significa que me vaya como una loba a por la persona que lleva ese pj, porque sé, después de tanto tiempo jugando y analizando todo este mundillo, que es una atracción equivalente a la que se siente por un actor de cine o de teatro representando un papel. Pero el sentimiento es real y se disfraza de atracción (sexual) y/o enamoramiento.

Estas sensaciones no se comentan normalmente en los círculos roleros. Bien porque una ya es una patata casada y puede que a tu pareja no le siente muy bien estos comentarios, o porque pensamos que puede incomodar el hecho de ser sincero "porque sí" sin conseguir frutos. Pero yo no quiero restarle importancia al hecho, porque la sensación es real, muy real, en una situación muy ficticia. Es tan real, que hasta te la llevas a casa después del rol en vivo.

Es curioso cómo todos tenemos muy claro que la persona y el personaje son cosas diferentes, aunque haya gente que sea incapaz de llevar personajes alejados de su propia esencia, e intentamos siempre comprender, sobre todo cuando el personaje es un cabronazo y sus acciones actúan directamente en nuestra trama, que el pj es "así" o "asá". Ahí nadie tiene duda, a no ser que tengas una antipatía galopante hacia la persona en cuestión. Pero ayayayay, cuando nos atacan el corazón u otros órganos más uterinos, ahí nos metemos en un berenjenal de lo más frondoso y florido, y la ficción se vuelve realidad.

Este hecho que es más común de lo que parece, es algo de lo que no se habla (es mi percepción), quizás porque plantea un hecho al cual no nos queremos enfrentar: el autoengaño. Si encontrar pareja (estable o no) ya es difícil en un mundo "muggle", no veas en el mundillo "friki", donde conoces más a un personaje que a la persona que lo lleva. Es fácil confundir sentimientos y caer en una mentira disfrazada, porque no hay forma de controlar esa atracción: sale y ahí se instala.

Uno de los mecanismos para paliar (que no curar) todo esto es conocer al jugador como persona fuera del juego, tanto en cenas post y pre vivo, como en los talleres de interpretación que tan de moda se están poniendo.

Pero aún así, me declaro culpable por haber caído en esta trampa fantasiosa.

Pero me consuela pensar que no sólo soy yo la culpable, también he sido objeto de ese "enamoramiento" o "encoñamiento".

Esta vez la batallita trata de Falak: un personaje de Time Lords VII (2003) y IX (2004) (rev medieval histórico con toques fantásticos).

Falak y su negocio
Falak era prostituta, árabe, medio-hada y empresaria, con su propio negocio y que hacía con su cuerpo lo que le daba la gana. Vamos, lo tenía todo para que todo el mundo medieval la odiara o le tuviera manía, pero la verdad es que las mujeres la amaban y los hombres pues... también. Falak era lo que en rol conocemos como "rogue" o "pícaro" y era absolutamente encantadora y, algo importante, hacía reír a la gente. Picarona, lianta, arrolladora... aún hablo con su acento árabe cuando la "invoco" y me río con sus bromas picantes. (De ella hablaré en otra entrada cuando escriba sobre el el roleo del sexo en el rol en vivo).

A lo que iba: uno de los chavalines que jugaba, se sintió atraído y me empezó a tirar los tejos fuera de partida. No es que Falak y yo estuviéramos a años luz, ella me enseñó a estar más segura de mi misma y de mi cuerpo, y a darme cuenta de que vale más una actitud que un físico impresionante, ya que yo siempre tiendo a infravalorarme en lo carnal. Y lo que quiero decir es que la faceta que Falak despertó en mi, ese chico la vio y la captó, pero tuve que pararle los pies, dejando las cosas claras para que no se llevara a engaños. El chico se quedó bastante cortado e incluso molesto y, lo entiendo; a nadie le gusta que le den calabazas. Llevo demasiados años jugando y percibí el peligro enseguida. Lo real se mezcla con la fantasía y te haces una idea de lo que no es. Quizás para pasar un buen rato de "aquí te pillo, aquí te mato" es, hasta divertido, como los roles sexuales en los juegos eróticos, pero no es divertido cuando estás en la posición del adulado y no estás interesado en absoluto en esa persona.

Me encantó sentirme deseada, para qué engañarme. Claro. Mi ego se lo agradeció eternamente.

Enfrentamientos odio-amor en Anidra
Ese mismo año 2004, en octubre, se jugó otra partida mítica: Anidra. La primera partida de esta saga y fue increíble: hubo unas presentaciones de personajes que pusieron la piel de gallina y el planteamiento del mundo y el background era genial. Yo les planteé una idea de pj, la cual vivía atormentada por la relación con un hombre que la había enamorado y le había abierto todo un mundo de placer y luego, la abandonó robándole todo lo que tenía y la fe en las personas. ¡¡Dios que no pensaba que ese personaje iba a estar en partida!!, y cuando roleé esos enfrentamientos viscerales, ese odio-amor tan brutal, empecé a "encoñarme" del pobre jugador. Como he dicho antes, hay personas que les cuesta mucho llevar personajes diferentes a ellos, y en este caso, me parecía que la persona y el personaje se parecían muchísimo. Error. La persona se puede parecer, sí, pero nunca será ese "cabronazo que me dejó sin nada", es decir, no tiene porqué actuar del mismo modo conmigo y mucho menos, en el mundo real. El caso es que meses después me llevé una buena calabaza de su parte y el karma volvió a su lugar, y me ayudó a reflexionar sobre el tema.

Hoy mismo, hablando con dos buenos amigos míos de esto, me confesaron que ellos también sienten lo mismo e incluso me pusieron varios ejemplos de mujeres con corsés y pechera generosa, o personajes morbosos a los cuales les hubieran amordazado y les hubieran dado "lo suyo".

Así que confirmo mi teoría de que no estoy sola en esto, y que quizás el roleo nos deja ver otras "facetas" de uno mismo, aunque estas mismas facetas sean creadas de la nada... ¿o son creadas a partir del potencial propio?

Entonces... ¿Somos coherentes diciendo que el personaje "no tenía nada que ver con nosotros"? Algún punto de conexión debe haber, ¿no?, sino es imposible interpretar a alguien que no entiendas en absoluto.

¡¡Buf!!... he acabado esta entrada de blog con más preguntas que respuestas... esto va bien... ¡quizás haga una segunda entrada de esta cuestión!