martes, 5 de mayo de 2015

Jugadores vs pnjs... y viceversa

Estoy segura de que esta entrada no será polémica (es mentira).

Es más, creo que todo el mundo estará de acuerdo conmigo que los pnjs son el alma de un Rol en Vivo. Puede ser que hayamos hecho o jugado algún REV sin ellos (mayoritariamente wargames), pero la verdad es que, bajo mi punto de vista masteril y como jugadora, tengo que decir que son imprescindibles para el buen funcionamiento de una partida.

Algunos se limitan a ponen la comida y sirven, sutilmente, preguntando si queremos más bebida o si necesitamos algo, dentro de la partida. Otras veces, son grandes antagonistas a matar, cuyo cuerpo ha recibido más "ostias" que un un coro de capellanes. Y ahí están y pocos les reconocen el mérito.

Apuntarse de pnj suele significar ser mano de obra gratis o, peor aún, pagando una parte de la plaza que, a veces, no compensa por todo el curro que conlleva: cargar cajas y objetos, limpiar, organizar y, muchas veces, masterear escenas a las cuales se enfrentan más solos que la una. 

Los pnjs van a una partida a pasárselo bien porque, para qué vamos a engañarnos, todos somos amiguetes. Pero yo he visto, en mi vida rolera veterana, auténticas guerras de pnjs contra jugadores y viceversa. ¿No os lo creéis?... pues existen. Es una especie de pugna para ver "quien mola más".

Dejando a banda los egos personales, voy a poner algunos ejemplos.

Esta chica pnj lo molaba todo...
pero no sabía exactamente qué era ser pnj
El pnj se ha currado su personaje, tanto por vestimenta, como por forma de actuar, además de un del atrezzo, pintura que supera el de los jugadores con creces. Y llega el momento y sólo aparece unos instantes después de horas y horas esperando a los jugadores que "siempre llegan tarde". Y sucede. Sucede algo que crea mal rollo, un abuso de poder inesperado de los pnjs que se desbocan sin control, porque el máster "se ha despistado". E incluso puede suceder que los pnjs acaben con pjs sin el permiso de los másters (o con el permiso de ellos)... y esto, lo he visto.

El director de juego jamás debiera haber consentido esa actitud, pero no son/somos dioses y no pueden/podemos ser omnipotentes ni omniscientes, así que, sucede... y sucederá, enviando al garete la partida y dejando un sabor amargo a todos los participantes.

Mi batallita es de un Silvae Noctem 1. Los pnjs, novatos ellos, motivadísimos, vestidísimos y todos los ísimos del mundo. En el primer enfrentamiento casi dejan sin ojo a una jugadora y la lucha fue de un realismo doloroso a causa de la fuerza que utilizaron. Esto se intentó subsanar, pero creó mal rollo entre unos y otros, y cuando llegó la "mala malosa" final, que se había currado ella sola unas alas preciosas con papel maché y celofán (que eran muy frágiles), los jugadores no la respetaron en absoluto. Nadie la lastimó físicamente, pero psicológicamente se vio atacada por unos diez jugadores a la vez, y empezó a llorar de rabia, haciendo sentir como una auténtica mierda a los jugadores que se enfadaron y molestaron bastante... "¿quién ha engañado a esta niña para venir aquí a llorar? ¡esto es un rol en vivo y ella es una pnj!"

PNJ's en huelga (medio en coña, medio en serio)
Yo he visto pnjs dando triples cuando no podían, he visto pnjs encabronados con los jugadores en grados elevadísimos, pnjs que  que no acataban las normas del juego y metían dentro de la partida odios personales hacia los jugadores (con la bendición o no de los másters).

Pero por contra, he vivido una huelga de pnjs, porque no eran valorados por la organización y por los jugadores de un evento y también he sido vapuleada y menos preciada por ser pnj, tanto por jugadores como por organizaciones. He vivido situaciones de acoso y derribo al pnj. Jugadores que se olvidaban que debajo de un disfraz hay una persona, con sus sentimientos y, sobre todo, de carne y hueso. Jugadores que menos precian a pnjs, porque "solo son pnjs" y no dan el mismo juego que un pj.

Las dos sugerentes y exóticas prostitutas de Mariherri
La otra batallita que explico sobre todo esto, es de una partida de Teiwaz, llamada Mariherri. Los jugadores no entablaron mucha relación con nosotras (Pili y yo), cuando llevábamos unas "peregrinas" que tenían oscuras intenciones, pero aún tuvimos muchísima menos relación con ellos cuando llevábamos a dos esclavas prostitutas árabes. Les daba corte, les dábamos miedo, hacía un frío del carayo (¡había nevado!)... qué sé yo. Nadie se interesó por nosotras y nos aburríamos. Algunos amigos nos daban algo de juego, porque creo yo que "les dábamos penita". Y entonces se nos empezó a ocurrir  sembrar el caos y las cagarrinas, y ahí me lo empecé a pasar realmente bien, con el beneplácito de los másters (claro está). La sensación general que tuve es que "molestábamos" en la partida, que no les dejábamos realizar "sus propias tramas", sus "importantes tramas". Ni siquiera unas sensuales y extrañas mujeres en un pueblo vascuence del medievo, les despertó ni un poquito de curiosidad. Y es verdad que tenían tramas interesantes, vibrantes y, creo que fue una de las mejores partidas que he visto gracias, en parte, por algunos pnjs infiltrados. Esto es: los jugadores no sabía que eran pnjs, con lo que vivieron todo los que le pasaba de una forma de "igual a igual". Eiiiii, eso no significa que no nos lo pasáramos bien, yo no sólo valoro las partidas a nivel de juego, pero la sensación general que nos llevamos fue que no estuvimos integradas, que nos costaba Dios y ayuda meternos en las tramas.

Pues imaginad cuando haces de monstering, como por ejemplo, un soldado random, un zombi random, o un oso random... "Darle a los ojos, así se quedará ciego" dijo una jugadora... y ahí me dio... (:* un besito para ella).

Ahora, desde la silla delante de la pantalla todos podemos decir que eso es algo infantil, que esas actitudes no pasan, que soy una exagerada, pero sí que ocurren y es la organización quien debería adoctrinar a pjs y pnjs por igual, o mejor dicho, empezar a crecer y repetirnos antes de ir a un rev "todos JUEGAN y todos SE LO QUIEREN PASAR BIEN", como si fuera un mantra. Y el juego, se debe repartir entre todos y para todos.

Pero... gracias a Cthulu, todo esto que acabo de explicar, no es lo normal.

Lo normal es que pnjs y pjs acaben la escena y el rol en vivo, y se rían juntos comentando animadamente los momentos más intensos. Eso es lo normal, que entre todos se creen emocionantes escenas que jamás se borrarán de nuestra mente.

Y eso, eso es impagable.



4 comentarios:

  1. Pnj vs Jugador, fue el fin de mi vida ReVera.

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  2. Lo siento muchísimo. No debería ser así, no deberíamos dejar de hacer algo que nos gusta sólo porque hayamos tenido una mala experiencia :/ Siempre puedes volver al redil de los frikis cuando quieras ;P

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  3. XDDD ¡Qué tiempos!
    El rolero es un animal territorial por naturaleza que, amparado por un sistema de juego cooperativo, se vuelve sumamente competitivo. Ello hace realmente difícil atraer gente nueva, y más que esa gente nueva se adapte a un imaginario existente de un grupo que ya ha compartido mil y una aventuras tanto reales como ficticias.

    Silvae 1 (a la 2 no me invitaron) no fue una obra maestra del roleo, pero sí fue una proeza: reunir un grupo de gente sin conocimientos previos de RPG más allá del Diablo II, dispuesta a PNJizarse sin gloria para servicio de unos pocos PJs, la gran mayoría veteranos. Por supuesto, que si el máster blablablá, que si la trama blebleblé y las pistas blibliblí; pero la verdad es que sólo unos pocos fueron conscientes del mérito de iniciar a gente nueva a nuestra pasión. De hecho, podría decirse que donde unos ven PNJs lloricas o agresivos, otros podemos ver PJs abusones y troles varios: no dejar al villano soltar su discurso, ignorar PNJs si no hay un beneficio evidente, buscar el exploit de las normas y, a fin de cuentas, jugar a ganar, que es el peor de los peores.

    Ha sido adorable leer tu entrada, Sky (un abrazo enorme, gigantesco y chapapotesco). Ser PNJ pese a riesgo de ser ninguneado es loable, de veras. Pero ser persona vulgaris y meterse en un mundo de fantasía por primera vez, disfrazarse, interpretar, imaginar alrededor lo que no hay y rodearse de un grupo de gente endógamo y raruno, eso, eso sí es una heroicidad.

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